Como anunciantes, cuando definimos la estrategia para una campaña publicitaria uno de nuestros objetivos es llegar con un anuncio que sea visto y bien recibido por el usuario. Sin embargo, para la publicidad digital, como en todo, corremos el riesgo de caer en fraude publicitario, invirtiendo en leads y tráfico web que no existe. Bajo esta problemática, contar con una estrategia de seguridad se hace imprescindible.
¿Cuáles son las formas más comunes en las que podemos ser engañados?:
-Adstacking: cuando un editor pone varios anuncios uno encima de otro, cargándolos todos como impresiones, pero sólo la superior es visible.
-Anuncios invisibles: un editor pone un contenido en un marco de 1 píxel por 1 píxel, por lo que la impresión se carga, pero nunca es visible.
-Fraude de clicks (tráfico de bots): clics falsos en anuncios de pago por click.
-Dominios falsos: se hacen pasar por publicaciones conocidas de internet para que los anunciantes compren espacios que luego son visitados por bots.
-Falsos influencers: influencers que utilizan seguidores falsos para aumentar su alcance (y su compensación).
-Arbitraje: un editor compra tráfico irrelevante a bajo costo, y con él, impresiones, y vende sus impresiones a un anunciante a un precio elevado.
Estrategia de seguridad de la marca para evitar los fraudes
Sobre las diferentes formas de fraude y por qué es importante una sólida estrategia de seguridad de la marca, Gabriela Prado, directora para la Región Andina de ShowHeroes, entrega un set de factores a los que poner atención.
En lugar de optar por comprar al menor precio posible, los anunciantes (grandes y pequeños) deben centrarse en la seguridad de la marca. Cada marca tiene que asegurarse de que su anuncio se muestre en el contexto adecuado y no junto a un contenido con el que no quieren estar asociados o que simplemente no encaja con su marca.
En este sentido, Prado recomienda siempre aprovechar los filtros de seguridad de la marca y excluir de las campañas los contenidos que aún no han sido examinados por el sitio web y que están etiquetados como “aún no clasificados”. Esto incluye cualquier contenido etiquetado como “público maduro”.
Y añade que “Para asegurarse de que un anuncio sólo se muestra en los sitios web que se alinean con la marca, el consejo es comprar a través de un mercado privado (PMP) y/o utilizar una lista blanca”.
Más justicia y transparencia
Aunque el sector en su conjunto ha recorrido un largo camino y ya ha dado muchos buenos pasos para que la industria sea más justa y transparente, desgraciadamente todavía hay lagunas que pueden hacer que los anuncios aparezcan en un sitio web concreto sin intención. Por lo tanto, como anunciante, sólo se debe trabajar con partes que puedan garantizar que sus anuncios sólo se mostrarán en entornos de calidad y que además sean completamente transparentes en cuanto a sus precios y publicaciones.