Desde hace algunos meses, la Inteligencia Artificial (IA) se ha colado con más fuerza en el lenguaje de los negocios debido a la eficiencia que ha mostrado para ciertas tareas. Por ejemplo, uno de estos programas puede analizar cantidades enormes de datos, procesarlos y determinar un resultado en tiempo récord con base en la información que se le proporciona.
Esto suena a que se trata de un gran avance para las industrias que no están tan familiarizadas con el tema de las nuevas tecnologías. De hecho, algunos sectores como el automotriz, aeroespacial, médico, entre otros, están implementando IA para automatizar y acelerar algunos procesos.
Sin duda, la incorporación de Inteligencia Artificial es una herramienta que se está potenciando y crecerá exponencialmente en los próximos años. Según revela estudio Technology Vision 2022 realizado por Accenture, “el 70% de las empresas chilenas afirma que ya está usando la inteligencia artificial”.
Pero ¿qué pasa con el Ecommerce? ¿Cómo estamos utilizando la IA y hacia dónde va a evolucionar el comercio electrónico?
El Diccionario de Oxford define la IA como “la teoría y el desarrollo de sistemas informáticos capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como la percepción visual, el reconocimiento de voz, la toma de decisiones y la traducción entre idiomas”.
Es decir, una IA no necesariamente es un robot que hace cosas de humanos, aunque usualmente se le relaciona con esto. Puede ser un programa que contesta chats con los clientes, un filtro antispam o un programa que gestiona inventario.
Y aunque parece algo nuevo en el Ecommerce, muchos ya usamos esas tecnologías desde hace varios años, principalmente porque la naturaleza digital del negocio está estrechamente relacionada con los avances informáticos.
Pero no podemos quedarnos estancados con tareas sencillas. Es curioso que en un estudio sobre el Ecommerce e IA, publicado en junio de 2022 en Research Gate, se señale que el uso de estas tecnologías ya no está encaminado en hacer crecer o notar a los negocios, sino en mejorar los procesos internos y de logística.
Por ejemplo, ya no es necesario desarrollar cientos de programas para colocar publicidad o contestar a los clientes con bots, eso está bien implementado en los negocios digitales sólidos.
El futuro de la IA y el Ecommerce apunta a hacer predicciones de venta para temporadas altas, revisar inventario físico en tiempo real, analizar patrones de consumo o determinar mejores decisiones para la logística.
Si uno presta atención, esas son tareas que requieren grandes cantidades de información que solo tiene el retailer y que le competen para robustecer su negocio.
Los principales errores en la logística se deben a una planeación desactualizada de rutas, falta de monitoreo en tiempo real o una mala estrategia de entregas.
Pero con la IA, estos procesos se vuelven más sencillos y se pueden obtener resultados al instante, porque los programas analizan las variables y minimizan los riesgos en la entrega.
Aún falta para que la industria del Ecommerce tenga y aproveche la implementación de la IA en diferentes aristas de lo que ya conocemos como Fullcommerce, pero es innegable que en algún momento va a tener que empezar una relación más estrecha con lo nuevo de la IA, no solo porque compartimos el mismo ecosistema, sino porque está mostrando ser eficiente y productivo, y eso, en el comercio digital, nos permite llevar a la gente a la especialización en otras áreas y a escalar de forma más rápida nuestras tiendas.