Completamente eléctrico y sin chofer es la premisa del primer vehículo autónomo de Chile y Latinoamérica, un proyecto piloto que busca promover la tecnología sin emisiones de Co2 ni ruido. Pero, ¿Estamos preparados?, ¿Qué puede decir la ciencia al respecto?, estas son algunas preguntas que los investigadores del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería, ISCI, Angelo Guevara y Ángel Jiménez intentan responder con una investigación que utiliza los datos que genera el piloto en el periodo de prueba a través biosensores y modelos matemáticos.
La información obtenida permitirá elaborar estrategias y posibilidades para el transporte público. Datos que, además, sirven a los académicos en el registro de indicadores psicofisiológicos capturados por una pulsera. Lo que se suma al proyecto que mide el recorrido de las personas en el transporte público en general. En palabras de Angelo Guevara: “estudiamos el recorrido de algunas personas con una pulsera que registra la actividad electrodermal de la piel, no solamente en este vehículo autónomo, también en el metro, registrando la temperatura, la actividad electrodermal, las pulsaciones y frecuencia cardiaca, con el objetivo de obtener indicadores que estén correlacionados con las emociones. De esta forma podemos relacionar esta información con los eventos que ocurren en el transporte como si el sujeto está detenido, esperando el bus, transbordando, entre otros.”
Con la participación de estudiantes memoristas y en práctica se está logrando evidenciar la percepción de los usuarios entre los distintos modos de transporte. En este sentido“para verificar la información capturada por los biosensores al sujeto se le entrega un dispositivo con una aplicación móvil que cada cinco minutos le pregunta sobre sus emociones, lo que luego es clasificado en un modelo llamado “Circumplex”, que clasifica las emociones de acuerdo a dos ejes: excitado, no excitado, placentero, no placentero.”.
En el caso del vehículo autónomo se midió la percepción de las personas con una encuesta realizada en la Universidad de Chile, lo que permitirá evaluar si hay cambios en la actitud de los usuarios tras usar el bus.