Puede soñar extraño, pero la tecnología del dióxido de titanio permite lograrlo. Algunas grandes marcas ya han utilizado este tipo de materiales en algunas ciudades. Las telas son recubiertas en dióxido de titanio, que genera un efecto llamado fotocatálisis, una reacción química que ocurre al entrar en contacto con la luz, aire y humedad. Este es similar a la fotosíntesis de las plantas y absorbe el 85% de los gases contaminantes en un radio de 40 a 60 metros.
Las propiedades del dióxido de titanio ya han sido anteriormente explotadas por la NASA, el compuesto químico se ha utilizado en programas piloto para eliminar la contaminación en Nueva York y Tokio, con acciones como barnizar fachadas de edificios con este material, incorporarlo en la pintura de los hoteles o incluso impregnarlo en los asientos de los trenes para deshacerse de la suciedad que generan los viajeros.
Fuente: Asimpres