Las personas primero: mientras se pasen por alto las necesidades digitales, el crecimiento sostenible está en riesgo.
- Menos de la mitad de las personas del mundo sienten que se están satisfaciendo sus necesidades digitales y solo un tercio cree que la tecnología creará puestos de trabajo.
- Un 45% de las personas confía en que las empresas protegen su privacidad.
- Casi la mitad de las personas en el mundo están tomando acciones para reducir la cantidad de datos compartidos en línea y uno de cada cinco limita el tiempo que pasa en el mundo online.
- Uno de cada tres dice que lo digital está teniendo efectos negativos en su calidad de vida.
- Dos tercios de las personas cree que los impactos positivos de lo digital superan a los negativos – hoy y en los próximo 5 a 10 años.
Índice de Sociedad Digital 2019: Necesidades Humanas en un Mundo Digitalizado, es un estudio realizado por Dentsu Aegis Network, que revela una crisis de confianza importante en economía digital. A pesar de el reconocimiento de la utilidad de los servicios digitales, no se está cumpliendo con una gama de necesidades básicas, de autocumplimiento, psicológicas y sociales.
La creciente desconfianza sobre la tecnología digital está impulsando a los consumidores a recuperar el control de su experiencia digital, con importantes implicaciones para los negocios.
Este estudio, realizado en colaboración con Oxford Economics, encuestó a más de 23.000 personas y mide la performance digital en 24 países, a través de las dimensiones de dinamismo, inclusión y confianza.
A nivel global, existe una brecha entre la promesa de las tecnologías digitales y el impacto humano. El 58% de las personas piensa que no se está haciendo lo suficiente en tecnología para garantizar que digital beneficie a todos en la sociedad y no solo a unos pocos seleccionados.
Existe una creciente preocupación por el impacto de lo digital en la salud y calidad de vida, ya que el 33% de las personas cree que se ha visto afectada negativamente, y que los jóvenes están particularmente en riesgo.
El 57% de las personas está preocupado por el ritmo del cambio, cifra que aumenta a más del 80% en mercados como Brasil, China e India.
Los consumidores digitales recuperan el control
Junto con otras preocupaciones existentes en la sociedad, el informe señala un punto de inflexión señalándo que las personas están cada vez más conscientes y críticos de la gestión de datos por parte de las instituciones públicas y las empresas privadas.
Solo el 45% de las personas en el mundo confía en que las empresas que tienen sus datos personales, van a proteger su privacidad. Ocho de cada diez expresan que dejarían de hacer negocios con una organización que hizo un mal uso de sus datos, lo que representa el principal factor de desconfianza. Estas preocupaciones van más allá de la industria de la tecnología: todas las empresas que implementan productos y servicios digitales se encuentran bajo un nivel similar de escrutinio.
Mientras que las tecnologías digitales están transformando la forma en que las marcas sirven a sus clientes, la falta de confianza y las preocupaciones sobre el bienestar personal están impulsando a las personas a buscar un equilibrio más saludable para el consumo de medios digitales. Según el estudio, el 44% de las personas ha tomado medidas para reducir la cantidad de datos que comparten en línea, el 27% ha instalado un software de bloqueo de anuncios, el 21% ha limitado activamente la cantidad de tiempo que pasan en línea o en su teléfono inteligente y el 14% ha desactivado una cuenta de redes sociales.
Aquellos consumidores que son más activos en recuperar el control de sus datos y de su tiempo en línea, haciendo más difícil la tarea para las marcas de enganchar con ellos, también son los con la mayor propensión a usar productos y servicios digitales (por ejemplo, comprar en línea, usar una aplicación para tomar un taxi o escuchar música en vivo). Esto está creando una paradoja digital para las marcas, ya que las personas más preparadas para utilizar el marketing digital y los servicios, son también las más propensas a alejarse de ellas.
Tim Andree, Presidente Ejecutivo y CEO de Dentsu Aegis Network, comentó:
“Treinta años después del nacimiento de la red mundial, el impacto social y económico de la tecnología digital es tan extraordinario como continuo. Ha impulsado el crecimiento económico, ha creado empleos, sacado a millones de personas de la pobreza y ha transformado la forma en que todos vivimos nuestras vidas.
Pero si bien la innovación, el dinamismo y el crecimiento desatados por la tecnología digital son las tendencias económicas definitorias de nuestro tiempo, en todo el mundo, el impacto humano de ese cambio es complejo y, en algunas áreas, un motivo de preocupación.
En el fondo, la innovación digital debe servir a las necesidades humanas fundamentales. Necesitamos encontrar una manera más sostenible de pensar en la aplicación de datos, tecnología y creatividad no solo para obtener beneficios económicos, sino también en beneficio de la sociedad en general y para todos nosotros como individuos.
Mi esperanza es que este informe inspire una nueva conversación sobre la economía digital, basada en una visión a más largo plazo y la gran oportunidad para que las marcas y las empresas apliquen el poder de la tecnología para enriquecer las vidas de las personas de manera más significativa”.
Implicaciones para marcas y empresas
Si bien los hallazgos globales sugieren que se requieren avances significativos para satisfacer mejor las necesidades digitales de las personas, existen variaciones significativas entre los países. Los mercados emergentes tienden a sentir que sus necesidades básicas (acceso digital y confianza en el uso de datos) están bien abordadas, pero no sus necesidades psicológicas (salud y bienestar). Sin embargo, las personas en los mercados desarrollados son generalmente positivas sobre sus necesidades básicas y psicológicas, pero negativas respecto de la realización personal (habilidades, educación y empleo) y las necesidades de la sociedad (creencia en lo digital como una fuerza para el bien).
Estas tendencias tienen implicaciones significativas para las marcas y las empresas en términos de cómo se involucran a través de los canales digitales. El informe incluye una serie de recomendaciones:
- Dado que el uso indebido de los datos personales es el principal impulsor de la desconfianza, las empresas deben competir en la apertura y la transparencia en torno al uso de datos como una fuente positiva de diferenciación. Al centrarse en el engagement y no en el alcance, las marcas también pueden maximizar el valor de las interacciones, ya que los consumidores inician cada vez más esos momentos por sí mismos.
- En medio del debate sobre el impacto negativo de las redes sociales y la tecnología digital en la salud, las marcas deben descubrir cómo pueden ayudar a las personas a realizar su propia desintoxicación digital y crear una lealtad al ayudarles a interactuar en sus propios términos.
- Aprovechar la tecnología para permitir un aprendizaje más eficaz. Cuanto más positivas son las personas acerca de la tecnología digital, en términos de sus propias habilidades, más probable es que se comprometan con los productos y servicios digitales.
Índice de Sociedad Digital: Metodología y ranking de países
A partir de una encuesta a más de 43.000 personas, el Índice evalúa el desempeño de los países a través del dinamismo, la inclusión y la confianza, para medir qué tan bien están construyendo una economía digital que funcione para todos en la sociedad.
Este año, Singapur, EE. UU. y China clasificaron como las principales economías digitales del mundo. Estados Unidos continúa desempeñándose con fuerza en el dinamismo, pero menos en la confianza, lo que refleja una tendencia más amplia en los mercados occidentales como Australia, Francia y Alemania.
El Reino Unido cae al quinto lugar después de ocupar el primer lugar en 2018, impulsado por la disminución de la confianza del consumidor en torno al impacto futuro de la tecnología, mientras que los mercados nórdicos dominan los diez primeros.