Hacerse los exámenes médicos regulares es necesario para detectar, de forma temprana, cualquier signo de una enfermedad. En este sentido, el profesional de la salud puede indicar a tiempo el tratamiento más eficaz para hacer frente a los síntomas y así proporcionar mayor calidad de vida.
Si bien someterse a una serie de exámenes médicos de forma rutinaria no resulta divertido como entrar a jugar en Awintura casino, definitivamente, son esenciales. Con ellos, el paciente tiene certeza de su estado de salud y los posibles riesgos que podría enfrentar en el futuro. Además, este tipo de chequeos permiten ahorrar tiempo y dinero a largo plazo, ya que se tiene control sobre el diagnóstico y la tranquilidad mental se suma. En adelante más información acerca del tema.
¿Por qué debes hacerte los exámenes médicos regulares?
Se puede aseverar que los exámenes médicos regulares son parte de la medicina preventiva. Tal como se mencionó al inicio, con estas evaluaciones se tiene un panorama amplio del estado de salud y, por consiguiente, obtener un enfoque terapéutico que se ajuste a los pronósticos. Se trata de una inversión que ayuda a preservar la vida y establecer un vínculo de confianza con el doctor tratante.
De acuerdo con la fcv.org (2023), el estrés del día a día y la contaminación ambiental merman la salud, aunque no se tome en cuenta. Incluso, se conoce que factores ambientales de riesgo —como la contaminación del agua y el cambio climático— son causantes de al menos cien enfermedades. Entonces, con los chequeos y exámenes médicos de rutina la salud prevalece.
¿Cuáles son los exámenes médicos regulares?
Cuando vas al médico por un chequeo regular —semestral o anualmente—, los exámenes que debe incluir para monitorear tu salud son los siguientes:
- Anamnesis
La anamnesis es la evaluación inicial que le permite al médico conocer antecedentes de salud familiares y, por supuesto, el estado actual del paciente y su récord médico.
- Examen físico
Se refiere a auscultar (con los instrumentos médicos adecuados) diferentes partes del cuerpo para saber si hay ruidos anormales o del tipo patológico. Esta fase de la evaluación médica de rutina también incluye la revisión de la presión arterial, del peso, de la frecuencia cardíaca y de los estímulos.
- Exámenes de sangre
Estos análisis darán resultados referentes a las células, proteínas, sustancias químicas, plasma y otros elementos de la sangre. El objetivo es determinar si hay o no presencia de enfermedades, cómo están los niveles de colesterol o glicemia, evaluar si algún tratamiento está siendo óptimo, vigilar si el sistema inmunológico está apto para combatir infecciones y otros factores.
- Serologías
Con estos análisis se determina la presencia de anticuerpos en la sangre, los cuales evidencian si el paciente estuvo expuesto o no a virus como el HIV o la hepatitis.
Otros exámenes médicos regulares a considerar son:
- Pruebas de detección;
- Evaluaciones cardíacas;
- Evaluaciones pulmonares;
- Exámenes especiales sobre órganos como el hígado, los riñones, el sistema digestivo o el aparato reproductivo.
Ventajas de los exámenes médicos regulares
A sabiendas de que los exámenes médicos regulares son una obligación, entonces, es imperativo destacar que entre sus beneficios está identificar a tiempo afecciones específicas como la presión arterial alta o baja, diabetes, enfermedades estomacales o de tipo respiratorio. Además, es la manera más adecuada de conocer cómo está funcionando el organismo, sobre todo sabiendo que muchas enfermedades son silenciosas (no manifiestan síntomas a tiempo).
Por otro lado, los exámenes médicos regulares son beneficiosos para ayudar al paciente a volver a su buena condición de salud a través de una dieta adecuada, hábitos saludables, medicamentos y consciencia de su cuidado. Asimismo, evitan que cualquier enfermedad o patología avancen (corachan.com, 2020).
Interpretación de la regularidad de los exámenes médicos
Respecto a este punto, los exámenes médicos serán tan frecuentes como se sienta la persona. Además, es necesario contemplar la edad, el sexo y las condiciones a las que normalmente está expuesta —se sabe que hay factores externos que influyen en la salud—, con esto, el monitoreo puede hacerse cada seis meses o anual.
Algunos expertos recomiendan que los mayores de 18 años con condiciones de salud óptimas pueden realizarse el chequeo cada dos años. En caso contrario, la visita al médico para la vigilancia de su estado de salud está aunada a su evolución o deterioro debido a que, en muchos casos, los resultados de los exámenes conllevan a un ajuste del tratamiento previo.
En cuanto a los niños y adolescentes, los padres deben estar más vigilantes de su desarrollo cognitivo y físico para actuar debidamente ante cualquier problema, claro, conjuntamente con el médico.