La noche es joven en Santiago de Chile y existen diversos panoramas para salir a divertirse y conocer la ciudad. Es así como cinco amigos ven la necesidad de crear un servicio turístico que se dedique a entregar una experiencia integral dirigida a turistas, privados, empresas de visitas internacionales y paseos corporativos, para mostrar que Santiago tiene más panoramas que el cerro San Cristóbal, Santa Lucía y las casas de Neruda.
Fui de turista y me entregué a la aventura. Sin siquiera pedír un auto, ya que me pasaron a buscar, comencé a disfrutar desde el primer minuto mi servicio “Drinks & Dancing” que reserve en su página web. Me subí a un Transfer compartiendo con personas de varias nacionalidades, ansiosos de conocer Santiago nocturno. Al principio todos se saludaban tímidamente, pero al rato las sonrisas fluyen y la buena onda también.
Fuimos a tres lugares top (California Cantina – Candelaria Bar – Club Amanda) donde nos recibieron de la forma más VIP posible, donde no hicimos filas, nos invitan tragos de cortesía y la diversión comienza de inmediato.
No dejé de sorprenderme. La comunicación y la buena onda fluye entre cada parada, no existen barreras, distancias ni idiomas que impidan que sea una noche inolvidable. Ni siquiera necesitamos el celular para sacar fotos porque hay un fotógrafo capturando lindos momentos de nuestra experiencia.
Ante cualquier duda un guía resuelve todo por ti. La noche pasa rápido y la sensación de conocer Santiago nocturno y bohemio queda absolutamente saciada de felicidad y buenos recuerdos al volver a mi Hotel.
Pero Happy Ending Tours es mucho más, por eso decidí conocer otro servicio, pensando que no todo puede ser tan magnifico. Y sí, fué entonces cuando viví personalmente “HAPPY IN THE SKY”, que al igual que el tour anterior cubre la necesidad de traslado, fotógrafo y cortesías, pero en el spot con la mejor vista de la capital, el mejor rooftop de Santiago en la torre del Costanera Center, la más alta de latinoamerica. Una experiencia dantesca y fabulosa sobre todo de noche.
Me voy feliz, desde mi hotel hacia un tour 360 grados, donde el brindis más alto de Latinoamérica nos esperaba y fue lo que selló mi gran visita por Santiago sintiéndome la mujer más exclusiva del mundo, porque así me hicieron sentir.
Esto continúa, y la aventura sigue en el restaurant Vista Santiago donde además
tuvimos una deliciosa cena y una distinguida atención donde las luces de Santiago no paraban de sorprenderme. Para terminar todos bailando en Teatro Alicia, el club más top de la escena santiaguina nocturna.
Mis pies ya no daban más de tanto baile, pedí retirarme antes y no terminar con la entretención de los demás turistas, el equipo de Happy Ending Tours accedió de inmediato llevarme a mi Hotel.
Como conclusión en mi rol de turista y reportera, creo que es una idea increíble. Hoy lo que importa es vivir la experiencia, sentirse parte de un grupo, pertenecer, conocer y empaparse de la ciudad y su cultura, sintiéndose como en casa en todo momento.
Quedé con las ganas de conocer el servicio “Happy Wine Maker” y elaborar mi propio vino en Viña Santa Rita, en el Valle del Maipo. Descansaré, retomaré energías y pensaré en que ensamblaje puedo preparar en mi próxima experiencia feliz.
www.happyendingtour.com