- Junto a la red profesional que promueve espacios de trabajo inclusivos para la diversidad sexual, la compañía cosmética reafirma su compromiso, voluntad y responsabilidad social con la comunidad LGBTIQA+ y comparte su experiencia con otras empresas que inician su camino para convertirse en espacios que pongan la Diversidad e Inclusión al centro.
Consciente de que las empresas juegan un papel relevante en la creación de una sociedad más equitativa, al servicio de no solo de los accionistas y consumidores sino de colaboradores y las personas en general, Natura ha realizado esfuerzos para fomentar entornos flexibles que, a la vez, incentivan el desarrollo de espacios de trabajo anclados en el respeto hacia la diversidad, pero también potencian la inclusión de las comunidades LGBTIQA+.
En esa línea, la compañía cosmética anteriormente ha sido destacada por Pride Connection Chile, entidad líder en este ámbito, como una de los “Mejores Lugares para Trabajar LGBTI+ 2022”. En esta nueva fase, Natura inició un ciclo de mentorías con gran significado para la diversidad e inclusión, ya que deja de manifiesto la voluntad y responsabilidad social con dichas comunidades al fomentar una cultura de confianza y colaboración entre las organizaciones a través del networking. Guiado por una hoja de ruta que establece un programa y metodología diseñado por la red de empresas, se favorece el establecimiento y consecución de objetivos para lograr avances paulatinos, pero sustantivos.
Catherine Railhet, gerente de Recursos Humanos de Natura, plantea que, en un escenario de transformación continua y acelerada de la sociedad, donde prima un contexto fluido y cambiante, es clave que las empresas dispongan de un marco ético organizacional que fije un comportamiento responsablemente frente a sus stakeholders, tanto internos como externos. Por eso, dice, Natura se ha centrado en una de sus principales causas, “Cada Persona Importa”, cuyo objetivo central es asegurar espacios flexibles y de respeto que incentivan el desarrollo de talentos diversos y ubican las personas al centro. En ese sentido, dicho marco está alineado con los valores y tomas de decisiones de la empresa, donde parte de ese esfuerzo se ve reflejado en asegurar espacios laborales diversos e inclusivos, que permitan que diariamente cada uno de sus colaboradores y colaboradoras puedan ser quiénes son realmente.
Según Javiera García, directora de programas y proyectos de Pride Connection Chile, la compañía efectivamente tiene un camino recorrido que le permite habilitar una estructura para generar espacios libres de discriminación. “Esto se ha visto reflejado en el crecimiento que ha tenido Natura en nuestra red, tanto en la mejoría de sus resultados anuales en la Radiografía Pride Connection, avalado en acciones concretas para recibir a la comunidad LGBTI+ como también en el rol que ha desempeñado en nuestro programa de mentorías, donde se posicionó como una organización que comparte sus buenas prácticas en esta materia a otras instituciones. Estos avances han sido premiados por el resto de las empresas integrantes de la red, quienes confían en el valor agregado que Natura puede entregarles como miembro de nuestro Comité Estratégico”, dijo la ejecutiva.
Ambas entidades coinciden que los desafíos por delante están orientados en poder sumar a más organizaciones a esta cultura colaborativa y entender que los cambios organizacionales deben ir a la par con aquellos que experimenta la sociedad. En ese sentido, disponer de instancias de información y experiencia son un factor clave para generar un círculo virtuoso que favorece la inclusión de personas de la diversidad sexual y de género a equipos libres de discriminación.
“Son muchas las realidades y formas con la que podemos ser y hacer más diversos los ambientes laborales, entonces para aterrizar nuestra estrategia, creemos que las organizaciones deben enfocarse en dos aristas fundamentales”, señala Ezequiel Monis, gerente de Experiencia de Consultoría y líder del Comité de Diversidad e Inclusión en Natura. Según explica, en primera instancia, se debe centrar en el desarrollo de capacitaciones cuyo propósito es sensibilizar a las y los colaboradores. De esta forma, no solo se implementa una escucha activa para detectar necesidades que estén viviendo las organizaciones y seguir potenciando la conversación y apertura de mira sobre la diversidad sexual, sino que, a partir de lo anterior, se puede identificar oportunidades de capacitación para ir transformando los modelos mentales más arraigados en los equipos. “Bien implementado, permite ir insertando una cultura que no se sorprenda por la presencia de personas libres de género, nos binarias y cis, sino al revés, aporta hacia la construcción de una inclusiva y diversa, que genuinamente refleja la sociedad en su plenitud”, agrega.
Luego, en una segunda fase, en la que el área de Recursos Humanos adquiere un rol fundamental, se pone mayor foco en los procesos de reclutamiento y selección de miembros de la comunidad LGBTIQ+, generando entrevistas en donde todos y todas puedan sentirse cómodos y respetados. A partir de esto -una cultura abierta con estándares altos de diversidad, inclusión y respeto-, explica Monis, las organizaciones logran atraer y retener talento diverso. “En nuestro caso, optamos por seguir esta lógica porque creemos que no obtenemos nada con buscar diversidad sino podemos ofrecer espacios donde cada persona pueda desarrollarse y crecer en un entorno laboral libre de discriminación. Estamos convencidos de la rigurosidad que implica ser inclusivos y de la importancia de vincular nuestros procesos a las necesidades reales de la comunidad LGBTIQ+”, enfatiza.
Camino recorrido
Estos esfuerzos forman parte de un compromiso de larga data, pues ya en 2019, Natura había sido reconocida como una de las cuatro principales compañías de diversidad e inclusión del mundo, según la clasificación de Refinitiv, firma perteneciente a la agencia de noticias Reuters y el fondo de capital privado Blackstone, que evaluó a las empresas que cotizan en bolsa a nivel mundial en más de 400 métricas sociales, ambientales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés). Para clasificar el ranking, alrededor de 150 investigadores y analistas de contenido verificaron más de 400 métricas ESG de más de 7.000 organizaciones.
“El estigma hacia la diversidad sexual sigue siendo latente a nivel empresarial, sea consciente o no, donde la resistencia y postura conservadora son sumamente normalizados y reforzados. Pero eso finalmente se resuelve -a nuestro juicio-, con un estado de espiritualidad, en donde mientras más desarrollamos nuestro espíritu, más compasivos y afectuosos somos, mayor progreso habrá en este ámbito, porque el mundo laboral no es más que otro reflejo de una inseguridad del inconsciente colectivo, una dimensión que, lógicamente, debemos atender, pero en su debido tiempo en términos de evolución cultural y educacional”, finaliza Ezequiel Monis.