Si en un punto de venta nuestro producto no resalta y no llama la atención visual, simplemente se perderá en el panorama y por supuesto será menos propenso a comprarse. Como el caso emblemático de Tropicana: cuando cambió su empaque, simplemente nadie lograba encontrar su marca.
Los ojos son las puertas del alma… o al menos eso dicen los orientales. Lo cierto es que son la única parte expuesta de nuestro sistema nervioso central, o dicho de otra forma, la única parte expuesta de nuestro cerebro.
El 90% de la información proviene del córtex visual que está en el lóbulo occipital del cerebro, esta parte del cerebro procesa la información visual que llega de la retina, la luz penetra el cristalino, lo enfoca en la retina y se transforma en señales nerviosas que viajan por nuestro cerebro para convertirse en imágenes.
Es un sistema de supervivencia poderoso, pero no tan efectivo; nuestra visión en HD es del porte de una uña, si extendemos nuestro brazo con el pulgar hacia arriba, el resto lo vemos borroso, el movimiento de los ojos refleja el pensamiento y por lo tanto el proceso de toma de decisiones, así que en resumidas cuentas, nuestros ojos son una cámara, de no muy buena calidad.
Déjenme contarles cómo funciona la visión: nosotros no vemos las imágenes completas, nuestra vista funciona con fijaciones o microfijaciones, que van desde los 100 a 600 milisegundos, durante esta parada el cerebro comienza a procesar la información visual recibida por los ojos y después tenemos los movimientos sacádicos, estos son saltos de una fijación a otra; son extremadamente rápidos, duran entre 20 a 40 milisegundos. Lo interesante es que durante un movimiento sacádico la visión casi se suprime y el punto final del movimiento sacádico no se puede cambiar durante el movimiento.
En lectura occidental sabemos que una microfijacion lee hasta 7 caracteres con espacios incluidos y según varios de nuestros estudios de medición de publicidad, las personas no le dedican más de 3,2 segundos a una pieza grafica o de publicidad, así que si calculamos una pequeña ecuación con una microfijación promedio de 300 milisegundos, podemos saber cuántos caracteres máximo está dispuesto a leer una persona en una publicidad, no saquen sus calculadoras, son aproximadamente 15 palabras o un equivalente a un tweet, así es amigos, si su pieza tiene más información, adivinen, exacto, no la leerán, punto.
En digital la cosa no es mejor, en promedio invierten 1,8 segundos en mirar una publicidad, así que el apoyo visual con una imagen es de suma importancia, el ser humano cuando mira una imagen no mira el todo, lo que hace el cerebro es fijar la vista en áreas de interés (que le sean de atracción al cerebro) y luego el contexto general, el todo, por lo tanto no vemos las cosas como son, sino como queremos que sean, lo que hace el ojo es como una cámara que se abre para sacar una foto con una microfijación y se traslada cerrada a otro punto de interés para volver a sacar una foto, el desplazamiento es un movimiento sacádico, divertido no?
Con las tecnologías existentes, no tan nuevas, que nos ofrecen las neurociencias aplicadas, mas popularmente conocidas como Neuromarketing, podemos saber (con los eyetracking) dónde están mirando las personas, dónde no miran, que les atrae y que no, además podemos saber si están leyendo y además si entienden lo que están leyendo, cuando tenemos movimientos sacádicos regresivos a un mismo punto. Por ejemplo, un patrón de estos movimientos constantes puede revelar una confusión y problemas de comprender lo que leen o están mirando.
Además, tecnologías de pupilometría nos permiten ver las variaciones de las pupilas, estas no tan solo se dilatan con droga, también se dilatan o contraen por el impacto emocional o la carga cognitiva que un estímulo les provoque. Si midiéramos el contorno de una pupila de alumnos de cálculo III de alguna ingeniería en un examen veríamos cuán grande son por la carga cognitiva que esto significa. Así que como ven, los ojos son poderosos; si en un punto de venta nuestro producto no resalta y no llama la atención visual, simplemente se perderá en el panorama y por supuesto será menos propenso a comprarse, como el caso emblemático de Tropicana cuando cambió su empaque, simplemente nadie lograba encontrar su marca.
Pero esto no es todo, con la vista también podemos destacar áreas que para nosotros como marcas sean relevantes. Haz este ejercicio: anda a una calle transitada y levanta la vista 30 segundos, te lo firmo que al poco tiempo tendrás personas mirando en dirección de tus ojos con curiosidad por saber que carajos miras, e incluso personas verán cosas, así que los ojos pueden guiar la atención.
En diversos estudios de neuromarketing para marcas vemos como la atención visual se focaliza en el rostro del modelo y los ojos, y esto ocurre porque nuestro cerebro está diseñado para reconocer patrones de rostro y ver los ojos. Si miran el 90% de las piezas graficas chilenas y latinas, verán que casi siempre el modelo mira fijamente hacia el frente. Y con mediciones de eyetracking podemos ver cuán seguido el 80% de las visualizaciones están en el rostro y muy pocas en el producto, marca o mensaje fuerza.
¿Y tú, que miras?
Miguel Angel Ruiz, Director General de Agencia Mars, Neuro Research Manager de Creative Tools.
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