Según datos entregados por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo -en agosto de 2017-, las Pymes constituyen el 51,9% de las empresas en Chile, seguidas de las micro, con un 44,9%, lo que significa que hablamos del 96.8% de las empresas que hay en Chile. Su rol gravitante en la economía nos llama a desarrollar mecanismos y marcos regulatorios que las protejan e incentiven para seguir creciendo y aportando al PIB nacional. En esta línea, el Gobierno anunció recientemente el proyecto de ley “Pago Oportuno”, el cual establece, entre otras medidas, que a partir del día convenido, y no más de 60 días máximo, la factura devengará intereses y se incorporará en la deuda de la empresa pagadora.
Esta noticia viene a resolver un problema de larga data. Hasta hoy, pequeños y medianos empresarios están a merced de las condiciones que sus clientes proponen para la cancelación de productos o servicios y más profundo aun, han tenido que cargar financieramente con el no cumplimiento del plazo acordado, lo que ha sido un dolor de cabeza para quienes buscan consolidar sus finanzas y proyectar sus negocios en el mediano y largo plazo.
De acuerdo a lo anunciado por el Ejecutivo, esta nueva normativa sería aplicable a todo el mundo privado. En tanto, el sector público continuará trabajando bajo el programa Chile Paga, puesto en funcionamiento en 2011, con la salvedad que se instruirá un pago que no podrá sobrepasar los 30 días. Según cálculos preliminares, la puesta en marcha de la ley “Pago Oportuno” significará un alivio financiero cercano a los $50 mil millones para las Pymes de nuestro país.
Junto con el plazo que establece la ley, se añaden otras indicaciones que son de extrema necesidad para dar tranquilidad y respiro a las Pymes chilenas. Con su futura promulgación, esperamos, no sólo se beneficiarán las Pymes, sino que se transparentará una forma de trabajar entre los distintos actores de la economía local, lo que sentará las bases de una relación más sana y en concordancia con la realidad del siglo XXI.
Nos alegra profundamente que estas nuevas condiciones se estén delineando para el futuro de pequeños y medianos negocios a lo largo de todo el país. Esta normativa, que actualmente se encuentra en segundo trámite legislativo, permitirá a muchos hombres y mujeres contar con nuevas reglas para jugar en una cancha que muchas veces no es igual para todos. Confiamos en que este avance representa un paso firme hacia un Chile mejor preparado para mantener el ecosistema empresarial sano y en óptimo funcionamiento.
Por Gonzalo Kirberg, gerente general de Cumplo