La ciberseguridad se ha convertido en una prioridad estratégica para empresas de todos los tamaños y sectores. No se trata solo de proteger activos tangibles, sino de resguardar algo tan intangible y valioso como la reputación corporativa. El informe Global Cybersecurity Outlook 2023 del World Economic Forum (WEF) destaca que un 91% de los líderes empresariales esperan un ciberataque significativo en los próximos dos años. Esta expectativa resalta la importancia de prepararse para defender los activos materiales, pero también la credibilidad y confianza que una empresa ha construido con el tiempo.
Los ciberataques pueden erosionar rápidamente la reputación de una organización. Un incidente de seguridad puede llevar a la pérdida de confianza de clientes y socios, lo cual es un riesgo que ninguna empresa puede permitirse en un mercado altamente competitivo. Además de las pérdidas financieras directas, las empresas enfrentan la tarea monumental de reconstruir la credibilidad. En este sentido, adoptar una postura proactiva y resiliente frente a las amenazas cibernéticas es fundamental. Esta resiliencia no solo involucra la inversión en tecnología de protección avanzada, sino también en la capacitación continua de los empleados. No debemos olvidar que un 90% de los ataques exitosos resultan de errores humanos, subrayando la importancia de la formación constante en ciberseguridad.
Para los directivos, promover una cultura de seguridad desde la alta gerencia es esencial. La ciberseguridad no puede ser vista como un gasto opcional, sino como una inversión necesaria para el bienestar a largo plazo de la organización. Las empresas que integran programas de capacitación sobre la protección de datos refuerzan su reputación y la confianza del consumidor. Esto se traduce en menos interrupciones de servicio, mayor eficiencia operativa y, finalmente, una mejor rentabilidad.
A nivel industrial, la colaboración entre empresas para establecer estándares de seguridad compartidos es cada vez más necesaria. La industria de la ciberseguridad está constantemente evolucionando para enfrentar nuevas amenazas, y es vital que las organizaciones participen activamente en la creación y adopción de estas prácticas avanzadas. La estandarización y la cooperación intersectorial pueden fortalecer las barreras de defensa colectiva, creando un entorno seguro.
El papel de los expertos en ciberseguridad es crucial para implementar medidas efectivas que protejan la integridad y reputación de las empresas. A través de alianzas estratégicas y el uso de tecnologías avanzadas, su contribución es vital para mitigar riesgos y asegurar una respuesta eficaz ante incidentes. La experiencia y el conocimiento especializado permiten anticiparse a las amenazas y responder de manera adecuada cuando ocurren.
En la industria hemos adoptado un enfoque integral hacia la ciberseguridad, trabajando estrechamente con expertos para garantizar que nuestras medidas de protección estén siempre a la vanguardia. Desde la implementación de tecnologías de última generación y hasta el desarrollo de programas de capacitación personalizados para nuestros empleados, reconociendo que una estrategia de protección de datos efectiva es tanto tecnológica como humana. La combinación de formación en la materia, tecnología avanzada y experiencia nos permite enfrentar los desafíos de un entorno digital cada vez más complejo con confianza y eficacia.
Invitamos a las empresas, directivos y expertos, a unir esfuerzos para fortalecer nuestras capacidades colectivas en ciberseguridad. Juntos, podemos establecer un estándar más alto de protección que beneficie a todos los actores del mercado y proteja la reputación corporativa en un mundo donde las amenazas y ataques están en constante evolución. Es hora de que los líderes empresariales vean la seguridad digital como una prioridad tecnológica y un elemento central de la estrategia corporativa. Solo así podremos garantizar el futuro de la innovación y la confianza.
Por Luis Porta / Director Ejecutivo de Accenture Chile