Durante los últimos años, hemos sido testigos de cómo el sector de la arquitectura y la construcción han evolucionado de manera exponencial, entregando una propuesta moderna apalancada por los importantes desafíos climáticos y la crisis energética. Esto busca redirigir la rehabilitación del mercado y lograr construcciones cada vez más sostenibles de cara al futuro. A pesar de que la idea de desarrollar ciudades inteligentes gana fuerza, no debemos olvidar que aún nos encontramos inmersos en una dualidad entre una significativa mirada hacia el futuro y el romanticismo que esconden las antiguas infraestructuras que aún viven y visten, sobre todo, las grandes ciudades. ¿Cuáles son las soluciones más efectivas para avanzar en temas de eficiencia energética? ¿Podemos mejorar o modernizar los ascensores de aquellas construcciones más antiguas? ¿Estamos dispuestos a hacerlo?
Los elevadores se han vuelto indispensables para la movilización de las personas. De hecho, el estudio de Satisfacción de la Dirección de Transporte Público Metropolitano indica que destinamos en promedio 15 horas al año en movilizarnos en ascensores; una cifra significativa que refleja la importancia de este medio de transporte en la sociedad. Sin embargo, los ascensores antiguos muchas veces no cuentan con las condiciones necesarias. Por lo tanto, la mayoría requiere una modernización, renovación o sustitución para acoplarse a las actuales exigencias de accesibilidad, seguridad y consumo energético.
Modernizar o cambiar un ascensor puede generar un impacto positivo significativo, ya que no solo permite reducir la cantidad de energía consumida en los desplazamientos, sino que las nuevas tecnologías de iluminación LED, si bien implican una importante inversión, generan un considerable ahorro con un ciclo de vida superior a otro tipo de iluminación. Además, es importante señalar que el consumo energético de ascensores eléctricos de nueva generación, si lo comparamos con sistemas de tracción más antiguos, permite ahorrar un 50% más.
Por otro lado, debemos considerar que el sector de transporte vertical, al igual que otros rubros, está experimentando un interesante proceso de transformación, donde la Inteligencia Artificial y la incorporación de nuevas tecnologías nos invitan a innovar, cambiar la mentalidad e invertir en nuevas soluciones que nos permitan rentabilizar los negocios, alcanzar nuestros objetivos sostenibles y, junto con ello, mejorar la vida de las personas.
Es por ello que en Schindler no nos hemos quedado atrás y, además de los constantes avances y mejoras que implementamos en nuestros ascensores, también diseñamos una innovadora tecnología Ahead basada en el internet de las cosas (IoT). Se trata de un dispositivo informático de a bordo que permite monitorear de forma permanente los equipos de transporte vertical y su conexión digital con el centro de diagnóstico de nuestra compañía. Además, mediante “Actionboard”, nuestros clientes pueden supervisar de forma directa y en tiempo real la condición, instalación, las intervenciones realizadas y la resolución remota.
Sin duda, tenemos un gran desafío por delante para generar nuevas soluciones tecnológicas que nos permitan ser más eficientes, entregar una mayor seguridad, accesibilidad, experiencia de usabilidad y aportar al cuidado del planeta en el que todos vivimos.
El escenario actual también nos abre nuevas oportunidades para mejorar el futuro de lo antiguo. Ahora la pregunta que debemos hacernos es: ¿estamos preparados y dispuestos a hacerlo?
Por Alfredo Morate / Gerente General Schindler Chile