Ser una Empresa B, con implementación de energía solar y, desde 2014, contar con una certificación PEFC que implica un manejo sustentable de los bosques, otorga beneficios de imagen, reputación y también comerciales.
Francisco Raveau, de Iconosur, responde tajante cuando se le pregunta cuál es el principal servicio que ofrecen: “Acompañar a nuestros clientes en el desarrollo de soluciones de embalaje con criterios de sustentabilidad. Esto implica un alto compromiso con estándares de calidad, sostenibilidad, materiales reciclables y compromiso con el medio ambiente”. Más allá de las palabras, Iconosur ha sabido responder a los tiempos en todo lo que concierne a el cuidado al medio ambiente. Por eso, tienen la certificación como Empresa B, sistema que reconoce a organizaciones que persiguen el triple impacto (económico, social y ambiental) de manera simultánea, con un compromiso de mejora continua, legal y a largo plazo. “Ser una Empresa b Fue un paso increíble. Somos la primera imprenta en Chile y yo creo que en Latinoamérica. Después de mucho tiempo, muchas transformaciones y harta pega logramos hacerlo. Esto, obliga a desarrollar productos, servicios y modelos de negocio que abarcan mucho más que una simple transacción económica: implica desarrollar una mirada diferente a la tradicional, con conciencia y responsabilidad de lo que hacemos para con el planeta, la naturaleza y las personas. Sin duda, nuestra fortaleza y diferenciación ha sido el medio ambiente, proteger nuestra forma de producir”, dice. E inmediatamente, resalta que sus colaboradores comparten sus valores como empresa, que van alineados con el predicamento de la sustentabilidad; “soy como un predicador de esto. Aparte de vender impresos vendo esta idea, vendo sustentabilidad, que tengan un producto limpio”, indica. En el último tiempo ¿qué acciones concretas han desarrollado en materia de sustentabilidad como empresa? Quisiera resaltar la incorporación de la certificación PEFC (Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal), que desde 2014 nos permite ofrecer papeles que provienen de bosques manejados sustentablemente, lo cual, también es relevante en lo comercial y un elemento de diferenciación. La certificación PEFC fue solo un primer paso. Entre las principales acciones que hemos llevado a cabo, debo mencionar la implementación de energía solar (instalación de paneles fotovoltaicos; así, el 15% de nuestra producción proviene de una fuente limpia y renovable, y esperamos llegar en el breve plazo a 30%. La compañía –añade el ejecutivo- también es parte del Acuerdo de Producción Limpia #2 de la industria gráfica y en 2019 quieren medir la huella de carbono de todos sus productos. El recorrido y su buen presente Después de cerrar una imprenta que tenía con su hermano, en 1996 Francisco Raveau decidió emprender solo y fundar Iconosur. En un inicio la empresa imprimía desde facturas a folletos, pero hace unos 10 años se fue especializando en packaging. Este enfoque al cliente y la calidad de sus productos le permitieron a Iconosur crecer un 15% en 2018, y el desafío para este año, es ampliar los procesos y líneas de productos con mayores estándares de sostenibilidad a través de la medición de la huella de carbono, agua y residuos. “Además, queremos seguir avanzando en este camino a través del Acuerdo de Producción Limpia que adherimos con ASIMPRES (Asociación Gremial de Industriales Gráficos de Chile)”, expresa. Vamos a los productos… se reconocen como especialistas en cajas duras de alta calidad y diseño.
Efectivamente, a nivel de diseño, tanto nuestro equipo, y yo -personalmente-, me involucro en los proyectos para aportar con la experiencia de más de treinta años que nos distingue, y luego en fase de prototipo, escoger los mejores materiales en términos técnicos, estéticos y ambientales.
Con proyectos que –imagino- se realizan muy a la medida de cada uno.
Todos nuestros clientes poseen necesidades especiales en términos de diseño, usabilidad y materiales que cumplan con los criterios de sostenibilidad. Por ello, cada requerimiento es para nosotros un desafío específico que abordamos de manera integral y personalizada.
En cuanto a clientes, éstos provienen de las industrias del chocolate, vitivinícola y textil.
En chocolates tienen a La Fete, en vinos a Hellowine y a Top Winemakers, ¿qué están haciendo con algunos de ellos?
Destaco los proyectos que hemos realizado con las empresas La Fete y Monarch, con avances en un packaging muy sostenible. Con La Fete hemos logrado reemplazar el polilaminado por barnices, entre otras innovaciones.
Con Monarch hemos reducido considerablemente la cantidad de papel y tinta usada para generar los productos. Esto se traduce en generar un packaging efectivamente reciclable y producir menos basura.
Por Christian von der Forst / Retrato Diego Sandoval / Fotografía Ajitomate