Nuestro país es referente en la región por la influencia de las protestas sociales en la consecución de cambios sociales, basta con remontarnos a la llamada “Revolución de los pingüinos” cuyas protestas lograron instalar a la educación como un tema permanente en la agenda política chilena, o sin ir tan lejos, #FridaysForFuture marcha pacífica y eco-sustentable (todo material de pancartas fue hecho con material reciclado) convocada a nivel mundial por jóvenes y familias contra la inoperancia de los gobiernos frente al cambio climático el pasado 15 de marzo, que tuvo gran convocatoria en Chile. Tal vez por ello, la protesta en las calles siga siendo una práctica recurrente y no se vea disminuida frente a las comodidades de protestar desde tu sillón, con smartphone en mano y motivos que abundan a diario.
Se pensaría que, en la era digital, la protesta en las calles tendería a disminuir, o al menos, a no atraer tanto a las nuevas generaciones que buscan cada vez más soluciones y/o alternativas digitales para reemplazar tareas análogas. Sin embargo, al hacer una caracterización de quienes eligen salir a las calles a marchar para manifestarse, los jóvenes son quienes más prefieren este medio de protesta, por sobre publicar su inconformidad en las RRSS y además es transversal a todos los grupos socioeconómicos.
En nuestro estudio Chilescopio® 2018, al indagar por la manera en que los chilenos y chilenas han expresado la necesidad de realizar cambios en el país, las alternativas “participando en alguna marcha pública ” y“ publicando en algún medio de comunicación o red social” obtienen cada una un 12% de preferencia en general, pero, al segmentar cada preferencia vemos que la primera mencionada obtiene un 22% en el segmento de edad de 18 a 29 años, mientras que la segunda en este mismo segmento sólo alcanza un 9% de preferencia.
Por otro lado, contrario a lo que se podría suponer, al segmentar por grupo socioeconómico no se registran diferencias significativas en ningún grupo, cuestión que sí ocurre al segmentar según comuna. Salir a marchares una forma de manifestación más preferida en Copiapó y en Valdivia (alcanza 20% en ambas), mientras que en comunas aún más extremas geográficamente prefieren manifestarse en RRSS, en Antofagasta alcanza un 23%, y en Punta Arenas un 18%.
Un último factor diferenciador entre quienes eligen marchar y quienes eligen teclear su desconcierto es en dónde ubican temporalmente problemas personales y económicos, es decir, si su mirada es hacia el problema actual, o hacia el problema a futuro. Expresar la necesidad de realizar cambios en el país mediante publicaciones en RRSS es más propio de quienes evalúan su situación económica actual y la de su familia como “mala”, en ellos alcanza un 20% de adhesión esta forma de protesta, mientras que expresar esta necesidad mencionada a través de las marchas es preferido en un 55% por quienes piensan que su vida a futuro será “peor” que la que tiene hoy.
Por lo tanto, si bien existen otros factores a considerar para caracterizar a quienes prefieren más participar de las marchas, la edad, la comuna donde se vive y la percepción de la situación económica personal y familiar en el presente y en el futuro, son cuatro elementos que muestran claros matices que dan cuenta de diferencias específicas, las cuales sirven para entender que en temas de segmentación no hay que tener prejuicios.
Por Visión Humana / Fotógrafo Jacob Riquelme Palma (Pride Santiago 2019)