La aerolínea holandesa creó Connecting Seats, dos asientos que permiten a las personas que hablan diferentes idiomas conversar. Aprovechando el sentimiento de soledad en los aeropuertos durante la temporada de vacaciones, la aerolínea alentó a los viajeros en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam a usar los asientos, que aprovechan apps de traducción en tiempo real.
La inspiración: “Los aeropuertos están llenos de gente de diferentes orígenes. ¿Podemos juntarlos para Navidad? Los aeropuertos pueden ser lugares solitarios, especialmente cuando viajas alrededor de estas fechas. Por lo tanto, para unir a la gente en la temporada, KLM Royal Dutch Airlines creó Connecting Seats ”
Se construyo una instalación bidireccional en medio de la caótica área de salidas, diseñada para romper las barreras del idioma que son una de las razones por las que las personas de diferentes orígenes generalmente no se comunican. Incluso durante unos minutos, el objetivo era ayudar a los viajeros de diferentes culturas, cosmovisiones e idiomas a entenderse.
Con la ayuda de DDB & Tribal Amsterdam, KLM diseñó el pod Connecting Seats para reunir a los viajeros mediante la tecnología de Google. En el transcurso de la experiencia se conectaron dos butacas con altavoces que traducían todos los idiomas conocidos de Google Translate en tiempo real. Se invitó a los pasajeros de diferentes nacionalidades a conversar entre ellos, sentados cara a cara, conversando utilizando un micrófono direccional y hardware conectado a la tecnología de Google Cloud Speech, Cloud Translation y Web Speech. La tecnología de traducción en tiempo real tuvo un peak en 2017. Google Translate aumentó sus capacidades de aprendizaje automático y el gigante tecnológico lanzó Pixel Buds en noviembre.
Según KLM, “The Connecting Seats” generó algunas conversaciones cálidas y emotivas en las que las personas intercambiaron anécdotas divertidas, deseos navideños y sus puntos de vista sobre el mundo. En última instancia, los viajeros de más de 30 nacionalidades diferentes dejaron sus teléfonos o libros a un lado y se abrieron unos a otros. Reunir a la gente, literalmente, es algo por lo que luchamos todos los días en KLM”.