Es momento de preguntarnos, ¿qué tanto influye el líder en estos momentos?, ¿cómo impulsamos a nuestros colaboradores?, ¿qué tenemos que hacer para lograr equipos de alto rendimiento?
Con el fin de obtener los mejores resultados y alcanzar el máximo potencial de nuestros colaboradores, es indispensable que los líderes, fomenten la integración de cada uno de los miembros de su equipo, generando un clima de confianza y respeto mutuo, de comunicación efectiva y de visión de equipo, lo cual le ayudará a establecer objetivos reales y asequibles, que sean retadores y motivadores para todos.
En la actualidad, solo lograremos impulsar y promover la productividad colectiva si como líderes vamos eliminando la competitividad personalista, buscando el compromiso y la cooperación de todos los miembros, mediante la integración de los talentos individuales para el bien común.
Esto podría leerse como algo natural de la organización, sin embargo, para lograr este fin, es necesario que como líderes y miembros del equipo eliminemos algunas conductas destructivas y pongamos como fin último de nuestro accionar diario: el bien común.
Algunas de las conductas que debemos modificar para ser equipos de alto rendimiento son:
- CELO PROFESIONAL: el “YO” dentro de un equipo genera una visión muy corta, por lo cual debemos cambiarlo por EMPATÍA PROFESIONAL (felicidad por los logros de los demás).
- APATÍA INSTITUCIONAL: debemos cambiar el desinterés de los colaboradores por lo que sucede dentro de la organización, por EMPATÍA INSTITUCIONAL (sentirse ligado a los logros y retos que vive la organización).
- EGOCENTRISMO INSTITUCIONAL: sin duda el considerarse el centro de las decisiones y resultados individuales, debe reemplazarse por ALTRUISMO INSTITUCIONAL (procurar el bienestar y logro de los demás, incluso sobre los intereses propios).
- FALTA DE COMPROMISO: Dar lo mínimo indispensable para lograr los objetivos teniendo como justificación “ESTO ES LO QUE ME INDICARON”; debe ser reemplazado por el EMPODERAMIENTO (impulsar a nuestros colaboradores a siempre dar un poco más, con el propósito que vean el todo, no solo las partes).
Si bien, estos no son todos los retos o malas conductas que enfrentan los líderes y organizaciones, sí son algunas de las más importantes que obstaculizan el desarrollo de EQUIPOS DE ALTO RENDIMIENTO.
El liderazgo 2.0, no se basa en el crecimiento personal y desarrollo sólo del líder, se trata de mover, impulsar y generar beneficios para los equipos de trabajo, que motivados y empoderados busquen la consecución de los objetivos institucionales y que a su vez, aporten a sus objetivos profesionales. Se trata de generar una cadena de valor, en la cual todos los miembros del equipo se sientan capaces de superar los retos que las situaciones internas y/o externas se presenten por delante.
Este 10 de junio, en nuestro congreso The Leadership Day nos acompañarán 3 grandes personajes del liderazgo, Gary Hamel, Lucia Annunzio y Peter Wilton, quienes nos llevarán a pensar en tres grandes conceptos:
- Leading People (Liderando Personas): el motor y las piezas fundamentales para el cambio.
- Leading Organizations (Liderando Organizaciones): el conjunto de talentos y personas que buscan crecer, desarrollarse y enfrentar los retos del mercado.
- Leading Change (Liderando el Cambio): un objetivo claro en común que sea el motor para las acciones que PERSONAS y ORGANIZACIONES tengan en común.
Para más información visita: http://www.seminarium.com/eventos/strategic-leadership-conference-leading-people-leading-organizations/