No estoy contra los memes, los virales y la nueva cultura pop instalada que asegura que todos-sin distinción- hayamos visto y reído con el video del niño vendiendo madera de campo. Me río igual y me entretengo igual. Pero no puede ser lo único. Básicamente porque la cultura de una persona, de una organización, de un país se va construyendo o destruyendo en el día a día.
No se trata de empezar una caza de brujas contra una nueva cultura social instalada, se trata de que aquellas personas que sienten, creen y saben que hay más, deben empezar a subir el nivel. Mejorar la “opinión pública” parte siempre por la opinión personal.
Tampoco se trata de que ahora la conversación gire en torno a la última pieza musical del teatro municipal, pero debe existir un punto intermedio de mejor nivel. Dónde las cosas que se comenten tengan alguna trascendencia. Donde no sea todo tan increíblemente desechable, dónde no todos los comentarios informales sean del último viral.
Buscando temas de interés. Qué te gusta, qué te apasiona, ¿Qué es aquella actividad en la que te podrías pasar horas y horas? Eso te dará material para investigar, leer… a propósito ¿cuál es el último libro que leíste? ¿Cuánto tiempo ocupas en leer? ¿las mismas que ocupas viendo series y películas?.
Vivimos en una era donde lo que se privilegian son las ideas. Las buenas ideas. ¿Cómo estas alimentando tu intelecto? Sharman en su libro Audaz, productivo y feliz (totalmente recomendable) enfatiza “Vivimos en un mundo donde la materia prima de éxito son las ideas. Las personas que gozan de mayor éxito y plenitud son las que tienen las mejores ideas”.
La próxima vez que gastes tiempo reenviando por whatsapp el último video del perro que se persigue la cola, procura “compensarlo” leyendo algo que enriquezca tu espíritu o te ayude con conocimientos o te ayude con técnicas para hacer mejor tu trabajo. Prueba. Puede que te resulte a contra corriente. Puede ser que después de un tiempo también estés convencido de que el saber no ocupa espacio y podemos subir un poco el nivel a nuestra cultura cotidiana. Los líderes deben imponer tendencias, no seguirlas.
Por Gregorio Fernández V. / Profesor Publicidad UC / Director Colegio de publicistas.