Por Martín Osorio, gerente general UM Chile.
Quienes hemos visto el desarrollo del marketing y la publicidad en las últimas décadas, sabemos lo que ha significado la irrupción de las nuevas tecnologías en las formas de conectar nuevas audiencias y fidelizar a los clientes. Un trabajo arduo, que amerita no sólo ser creativos e innovadores en las historias que contamos, sino que vanguardistas en la forma en que acercamos la marca a sus consumidores. Y ciertamente no es un camino fácil, porque cuando creemos encontrar la fórmula final, aparece algo nuevo que nos invita a cambiar de estrategia, de canal o de herramientas.
Pensemos, por ejemplo, en las distinciones que rodean a los grupos de consumidores. De acuerdo a datos entregados por Kantar Millward Brown, los usuarios adolescentes de la Web son más propensos a impacientarse con formatos publicitarios invasivos, como los avisos de display en línea, los de video o incluso aquellos que se reproducen automáticamente en redes sociales. Así también lo informa e-Marketer, quien reveló que el 69% de los usuarios entre 16 y 19 años, prefieren saltarse un anuncio. Si a esto sumamos que entre los 20 y 34 años, el número llega al 60%, y a un 54% en consumidores entre 35 y 49 años, debemos encontrar maneras de seguir manteniendo su interés y atención, en especial en momentos en los cuales vivimos rodeados de estímulos informativos.
Uno de ellos es la confianza. Está comprobado que éste es uno de los atributos que mejor determina la relación de un consumidor -e incluso de su círculo cercano- con determinado producto o servicio. Si alguien comenta positivamente su experiencia, es muy probable que eso gatille una experiencia de compra en un amigo o en un familiar. Por el contrario, si ésta es negativa, las marcas no sólo pierden a ese cliente, sino que seguramente a un par más.
Otro factor es la experiencia general. Debemos encontrar la forma en que el marketing digital sea un aporte real para el usuario hiperconectado. Además de retratar las características propias del producto, una posibilidad de éxito es la historia que contemos alrededor de él o lo que el usuario puede conseguir si lo adquiere. También, el ecosistema que creamos para que los consumidores se empapen por completo de la marca. Experiencias digitales como sitios web con acceso exclusivo a determinado contenido o playlists de música en plataformas online, se están convirtiendo en la forma de atraer y fidelizar nuevas audiencias.
Uno de los desafíos mayores para quienes trabajamos en esta industria, es que vivimos los cambios a los que se exponen los consumidores día a día. Esto demanda contar con equipos creativos mejor preparados, que entienden sus nuevas necesidades y que estén siempre observando qué sucede en otros mercados de mayor dinamismo en consumo y estrategias publicitarias. También, con marcas abiertas a la flexibilidad que se requiere para innovar y seguir siendo competitivas en el mercado. Es la suma de estos factores las que seguirán empujando una industria que vive en constante evolución y que cumple un rol fundamental para mantener el dinamismo en la economía en todo el mundo.
Por Martín Osorio, gerente general UM Chile.