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Somos el Uber de la estrategia. Las agencias y los clientes están buscando nuevos modelos de trabajo.

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“El mundo cambió”, esta es una frase hecha, si las hay; sin embargo hay una verdad en esta afirmación que se hace tangible en la industria publicitaria. Las agencias necesitan jugar un nuevo rol. Ya no alcanza con esperar un brief y pensar una idea. Ni si quiera pensar una idea digital.

De alguna manera el verdadero cambio implica hacer que las agencias vuelvan al origen: dar soluciones creativas a los problemas de negocios de los clientes.

Es decir, con un spot de TV o con una campaña digital no alcanza. Lo que sí o sí necesita cualquier cliente es un pensamiento estratégico que ayude a ganar mercado o ventas a través de la diferenciación.

Esto tiene varias implicancias sobre la remuneración de las agencias pero también sobre sus talentos.

“Necesitamos trabajar en la consideración y la conversión de nuestros clientes y para eso requerimos pensamiento estratégico”, menciona Ana Sanchez, estratega del equipo de Cultura de Marcas.

“Cuando pensamos en que el mundo cambió, nos referimos a un valor de época muy interesante referido a la optimización de los recursos. Negocios como Arbnb o los servicios de car sharing o los nuevos planes de seguros de salud a la medida de cada usuario, nos enseñan nuevas modalidades de trabajo”, comenta Lezama, estratega y fundador de la primera boutique de estrategia de América Latina.

Las agencias fueron obligadas a adaptar su estructura de costos y también se “uberizaron”, por eso contratan talentos externos que no pueden incluir en su costo fijo.

Luego de 2 años, “prestando” servicio como CEO de Fogdog, la unidad de estrategia de Dario Straschnoy, Pablo Lezama vuelva a enfocarse en su emprendimiento de estrategia por proyecto llamado Cultura de Marcas y fundado hace unos 12 años.

Cultura de Marcas es un servicio estratégico con mucho seniority donde las agencias o incluso clientes directos contratan un scope de horas a la medida de cada cliente o proyecto.

“La optimización y la “eficientización” llegaron al marketing y a la industria publicitaria, y nosotros estamos brindando ese servicio”, aclara Lezama.

El negocio está cambiando pero las agencias pueden aprovechar el cambio sin tener que precarizar a su gente ni a la rentabilidad del negocio, accediendo a talento estratégico de calidad sin pagar por las horas que no se utilizan.

Por Pablo Lezama CEO de Cultura de Marcas